11 dic 2012

Los albañiles



           En el terreno han tirado los reventones, han abierto las cepas, las han apisonado. El haz de varillas que corren horizontales hasta su primer quiebre a cuarenta y cinco grados, que bajan diagonalmente y recobran la horizontal poco antes de terminar violentamente dobladas en los ganchos de anclaje, esperan a las 11 de la mañana el visto bueno del ingeniero. A las doce el concreto cae de uno y otro bote en los extremos de la trabe de cimentación. Las palas se mueven empujando la masa plástica de grava arena-cemento-agua hacia el centro, repartiéndola en capas iguales, mientras con un trozo de varilla Jacinto la bate para impedir el fraguado prematuro, para acelerar el acomodo de la grava. El último bote arroja su carga. 

fragmento de Los Albañiles novela de Vicente Leñero 

No hay comentarios:

Publicar un comentario